Cuando tienes un negocio dedicado a la distribución del pulpo se han de cuidar dos aspectos esenciales: la elección de los proveedores y la calidad de la materia prima. Entre los beneficios que se logran al realizar una buena gestión de estos dos principios se hallan el ahorro de costes y la fidelización de los clientes.

 

Claves en la comercialización del pulpo

La cadena de distribución alimentaria está compuesta de múltiples procesos en los que intervienen muchas personas y en el que resulta determinante que todo vaya a la perfección. De lo contrario, existe el riesgo de perder clientes y dinero. A continuación abordamos estos aspectos clave.

El tipo de producto y los formatos utilizados

El pulpo es un producto muy versátil, que llega al consumidor final en muchas variedades de formato. Cada una de ellas requiere un tratamiento adecuado de la materia prima. Así, podemos encontrar pulpo fresco (entero o cortado en partes), en conserva, utilizando conservantes naturales como el aceite, la sal, el tomate junto a otros aditivos e ingredientes.

También se puede encontrar pulpo congelado. En algunas ocasiones, el peso indicado incluye el agua congelada, por lo que tenemos que fijarnos en el «peso neto», que siempre será inferior, ya que solo tiene en cuenta al cefalópodo (sin agua).

Por último, también se hallan los subproductos que se emplean para enriquecer otros alimentos gracias a las altas cantidades de ácido omega 3 que atesoran los pulpos.

El cuidado de los procesos y la logística

El sector alimentario es uno de los más cruciales de nuestro sistema económico, a todos los niveles y uno de los que mayores controles tiene. Los procesos y la logística que se movilizan resultan vitales para que lleguen a nuestra mesa los productos de calidad que tenemos hoy en día.

A nivel logístico, las empresas han de cumplir el acuerdo de Ginebra sobre transportes internacionales de mercancías perecederas y los vehículos especiales que se usan. Este acuerdo obliga a las empresas de logística que transporten alimentos a hacerlo con unas temperaturas concretas y con unas separaciones especiales para prevenir la contaminación de los productos y evitando la proliferación de posibles bacterias.eta en otra. Perfecto para ofrecer cualquier producto que desee el cliente sea la época del año que sea.

Las certificaciones de calidad

A la hora de seleccionar proveedores de productos como el pulpo, es interesante que justifiquen su buen hacer a través de unas certificaciones de seguridad alimentaria. Si se quiere operar a nivel internacional, las más valoradas son las que siguen:

  • ISO 9001, se centra en la gestión de calidad de los procesos y en la satisfacción del cliente.
  • ISO 22000, abarca toda la cadena de suministro vigilando que haya una buena gestión de la seguridad alimentaria, desde los productores hasta los procesadores.
  • FSSC 22000, se describen los pasos a seguir para asegurar la inocuidad de los alimentos en un sistema de gestión.

El trato comercial

El último paso de la cadena de suministros resulta determinante para conseguir que el producto guste al cliente. Evidentemente la calidad del pulpo influye, pero el trato comercial que se le dispense no es menos importante. El conocimiento del producto, la amabilidad y la preocupación por el consumidor marcarán la diferencia.

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