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uando tienes un restaurante, lo que más te interesa es generar ingresos. Para llamar a la clientela necesitas menús atractivos y, por supuesto, una estrategia de marketing que te ayude a determinar el tipo de comida que va a ser demandada en función de la zona, así como del público que puedas atraer.

La ingeniería de menús para el éxito de tu negocio

Por medio de la ingeniería de menús puedes conocer aquellos platos que van a ser más solicitados por tus clientes. Esta área de marketing estudia, por medio de la popularidad de una comida, qué tan rentable resulta para tu negocio.

Ten en cuenta que, a una mayor demanda, más ganancias podrás recoger. Además, ante un público satisfecho, tu negocio de comida no necesitará de una mayor promoción, ya que el cliente suele recomendar a sus más allegados un lugar donde ha disfrutado del menú.

Si quieres generar mayores ingresos, debes hacer uso de la ingeniería de menús, que fue utilizada por primera vez en la Escuela de Hostelería de Michigan, en 1982, ofreciendo fabulosos resultados.

No toda la materia prima barata implica mayores ingresos

Uno de los errores de algunos profesionales es pensar que el abaratamiento de las materias primas puede generarles mayores ganancias. En algunos casos, esto puede ser así, pero no suele ser la norma.

Sencillamente, el comensal espera encontrarse con un plato que le resulte atractivo tanto para la vista como para el gusto. En este sentido, si decides incluir en tu menú un plato de carne, lo primero que puedes pensar es que el pollo, debido a su bajo coste, sería el indicado para hacerte ganar más dinero sin necesidad de invertir mucho.

Lo anterior es un fallo que solemos encontrar en muchos lugares de comida. Habrá gente que lo pueda pedir, pero, por lo general, al saber que este es un producto barato, debemos tener presente que es también un plato que la gente prepara en sus casas de manera habitual. Así que, seguramente, cuando deciden ir a un restaurante quizás quieran comer algo más suculento e, incluso, no les importe gastarse más de lo acostumbrado.

Con el ejemplo anterior, te queremos exponer que un plato más caro puede ser más rentable que uno barato. En este supuesto, no te debe sorprender que una chuleta o una pierna de cordero sean más solicitadas por el comensal que el pollo, generándote los primeros una mayor ganancia.

¿Cómo debes elaborar tus menús?

La ingeniería de menús te ofrece una forma de seleccionar tus platos dentro del menú, en función de su popularidad y su rentabilidad. Así, encuentras cuatro opciones que, a continuación, te desarrollamos.

Platos estrella

Los platos estrella son los representativos de tu restaurante. Por ellos, el público va a visitarlo. Son esos que mayor demanda representan, además de suponer una alta rentabilidad para ti.

Por todo lo anterior, son los que irán en la cabecera de tu menú. Como se van a vender por sí solos, una vez que han pasado todas las pruebas de marketing te ayudarán a promocionar tu negocio.

Platos caballo de batalla

Aunque los platos caballo de batalla no te van a ser muy rentables, sí gozarán de una alta popularidad. Por supuesto que tienes que procurar sacarles un mayor partido, buscando alzar su precio o bajar el coste de la materia prima.

Ten seguro que el público los va a solicitar, así que no tendrás que hacerles una excesiva promoción. Muchas veces, con una guarnición atractiva puedes darle esa alzada a su precio sin que lo resienta demasiado el respetable.

Platos puzzle

Este tipo de platos se caracterizan por ofrecerte una muy buena rentabilidad. El punto negativo que puedes encontrar es su falta de popularidad, quizás por desconocimiento del comensal.

Seguramente tengas que emplearte a fondo para dedicarles una amplia publicidad. Es posible que esta funcione y puedas hacer escalar algunos de estos platos al peldaño de caballo de batalla.

Si ves que no consigues una mayor demanda e, incluso, la gente deja de solicitarlos, no te quedará más remedio que denominar a esos platos como perro.

Platos perro

En la ingeniería de menús, los platos perro son aquellos con los que no has conseguido convencer al público, a pesar de que hayan podido suponer una buena ganancia para ti. Tal vez te haya podido faltar una mejor visión para hacerlos funcionar o, simplemente, no has sabido engancharte a la cultura gastronómica de tu clientela.

Aunque puedes retirarlos de la carta, debes valorar a un sector de tu público que sí les guste y si su elaboración implica una pérdida para ti, en caso de que debas usar ingredientes fácilmente perecederos.

La comida de tu restaurante debe estudiarse a la perfección, con el fin de lograr un gran ingreso y mantener contenta a la clientela. Esto se hace posible gracias a la ingeniería de menús, que forma parte del marketing.

Si nuestro artículo sobre los beneficios de la ingeniería de menús te ha resultado útil, te podrían interesar también las ventajas de incluir el valor nutricional del menú, un detalle que puede marcar la diferencia en tu restaurante.

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